José Luis Pérez Huertas en Cartografía Emocional ha publicado un
post sobre los diferentes estilos a la hora de gestionar un conflicto. Recurriendo al
modelo de Thomas-Kilmann que nos muestra de forma esquemática
cinco estilos de resolución de conflictos.
Estilo colaborativo
Este estilo es sumamente eficaz en aquellos casos en que necesitamos buscar una solución integradora porque los intereses de todas las partes son tan importantes que no admiten concesiones.
Estilo competitivo
El estilo competitivo se corresponde con aquél en el que desoímos los intereses de las otras partes y nos limitamos a defender el nuestro.
Estilo de compromiso
La solución de compromiso se encuentra en el dominio de la negociación. En este espacio todas las partes del conflicto deben renunciar a una parte de sus posiciones para llegar a un acuerdo satisfactorio para todos.
Estilo evitativo
No se debe menospreciar la posibilidad de evitar el conflicto como forma de afrontarlo. Hay que evitar el conflicto en aquellas situaciones en que éste gira en torno a asuntos que son triviales.
Estilo acomodativo
La quinta posición respecto al conflicto, la acomodación, consiste en ceder y es una posición que también tendemos a menospreciar.
Como se ve, si algo sabemos del conflicto es que más que una ciencia se parece a un arte. Un arte en el que los grandes maestros evalúan en qué situación han aterrizado y recurren a la respuesta que les resulta más eficaz.